jueves, 4 de diciembre de 2014

Introducción al blog

¿Cómo aprender en la era de internet? ¿cómo enseñar a unos chicos que cada vez están más atentos a lo que pasa en las"maquinitas" electrónicas?

Hay quien piensa que basta con usar un Power Point en vez del pizarrón. O que basta con mandarles de tarea buscar cierto tema en internet. Hay quien aún sueña con una educación donde la tecnología digital sólo sea un accesorio más de la clase  en la que el profe sigue al frentea y los alumnos, sentados, en fila y calladitos, reciben su conocimiento.

No estamos seguros de que eso dure muchos años más, la verdad. Un estudio de Fundación Telefónica realizado en países tan diversos como Alemania, Brasil, EEUU, Sudáfrica, España y Japón muestra que la educación está cambiando a pasos agigantados y que las tendencias emergentes (la contribución, la experimentación, la hiperestimulación y la hibridación) apuntan a una cada vez mayor autonomía del estudiante, capaz de utilizar una serie de recursos y entornos sociales de aprendizaje que escapan del aula y se mezclan en internet.

Dice Nicholas Carr que estamos al borde de un apocalipsis cultural y que los tesoros de la era anterior a internet, la cultura letrada que nació en el Renacimiento con la imprenta, van a ir diluyéndose en un mundo cvada vez más distraído, banal, ajetreado por la tecnología digital. Un mudno donde el exceso de información disponible produce menos conocimiento asimilado. Un mundo donde tenemos más de 250 contactos en Facebook pero casi ningún amigo del alma.

Sin embargo, Wegerif le recuerda que con cada tecnología clave en nuestra historia humana (el fuego, el hierro, la rueda, la imprenta, la internet) hemos perdido parte de nuestra cultura y hemos ganado una nueva cultura. Pasó con la imprenta, que se llevó consigo gran parte de la hermosa cultura oral de nuestros sabios ancianos. Pasará, argumenta, con internet, que democratizará el acceso a la cultura y la volverá más global, descentralizada y conversacional. Wegerif le recuerda las palabras de Sócrates: el conocimiento no es un producto que puede encerrarse en los libros... es un proceso que brota del diálogo. Porque eso es internet... no la infinita biblioteca que soñara Borges sino una cafetería universal donde, todos estamos conectados por hilos invisibles.

Eso es lo que buscamos como profesores. No sólo pensar cómo usar ciertas herramientas para aplicarlas así sin más a nuestras prácticas docentes comunes. No. Lo que queremos es mostrar un mundo de posibilidades abiertas y nuestras propias intuiciones y exploraciones en ese nuevo ecosistema del aprendizaje. No queremos dar lecciones a nadie. Estamos aprendiendo. Nos hacemos preguntas. Ensayamos respuestas. Abrimos puertas y cruzamos umbrales con la inseguridad del adolescente que aún no sabe quién es ni qué busca: y con su misma emoción.

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